Esta locución adverbial la usamos cuando nos referimos a que hemos dormido del tirón, sin preocupaciones, tranquilamente, ya que estábamos muy cansados y no hemos tenido problemas para conciliar el sueño. Así que hemos caído en la cama rendidos con total comodidad y durante largas horas, por lo que el descanso de la noche ha sido reparador al dormir sin tensiones, plácidamente, sin interrupciones, descansadamente.
El origen de la expresión la encontramos en la época en la que a los presos (y a los esclavos) se les colocaba unos grilletes en los tobillos (a veces fijados al suelo o unidos a pesadas bolas de hierro) para que no pudieran escaparse. De forma excepcional, como recompensa a su buena conducta, recibían como premio el poder pasar la noche sin estar sujeto a ninguna cadena u a otro preso (a pierna suelta) para que así pudieran dormir de una forma más cómoda y reconfortante, lo que conllevaba un buen descanso y estar en mejores condiciones por la mañana (hay que tener en cuenta que por aquel entonces la mayoría de los presos cumplían la condena realizando trabajos forzados).
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada