Esta expresión se emplea habitualmente cuando alguien lleva a cabo una equivocación grande y de manera garrafal, cuyo arreglo es bastante complicado. Es decir, cuando alude a un error o fallo muy grave que no tiene explicación lógica ni merece perdón, ya que es algo que pudo prevenirse y así evitar las desastrosas consecuencias de la misma.
Proviene de la expresión latina Crassus errare, utilizada por los romanos en el mismo sentido para referirse a Marco Licino Craso (había recibido en el siglo I a.C. el sobrenombre de Cras
sus de sus antepasados, porque alguno de ellos era grueso). Se convirtió en uno de los hombres más poderosos de Roma al constituir el llamado Triunvirato junto a Cayo Julio César y a Cneo Pompeyo Magno. En el año 55 a.C., queriendo igualar las gestas y la fama de sus dos cogobernantes decide invadir Partia, buscando honores para estar a la par con ellos. A pesar de la imponente fuerza que comandaba y de que cargaba a sus espaldas años de experiencia militar y victorias contra toda clase de enemigos, Craso y sus tropas fueron rodeadas y masacradas por los guerreros partos en la batalla de Carras (53 a.C.). Las equivocaciones del general romano a la hora de planificar la batalla de Carras quedaron en la mentalidad de la época como un ejemplo de crassus errare, de error imperdonable, de preparación catastrófica. Además, el terrible error que cometió en esa batalla supuso un importante freno para la expansión del Imperio romano en Oriente.
sus de sus antepasados, porque alguno de ellos era grueso). Se convirtió en uno de los hombres más poderosos de Roma al constituir el llamado Triunvirato junto a Cayo Julio César y a Cneo Pompeyo Magno. En el año 55 a.C., queriendo igualar las gestas y la fama de sus dos cogobernantes decide invadir Partia, buscando honores para estar a la par con ellos. A pesar de la imponente fuerza que comandaba y de que cargaba a sus espaldas años de experiencia militar y victorias contra toda clase de enemigos, Craso y sus tropas fueron rodeadas y masacradas por los guerreros partos en la batalla de Carras (53 a.C.). Las equivocaciones del general romano a la hora de planificar la batalla de Carras quedaron en la mentalidad de la época como un ejemplo de crassus errare, de error imperdonable, de preparación catastrófica. Además, el terrible error que cometió en esa batalla supuso un importante freno para la expansión del Imperio romano en Oriente.
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