LO QUE FALTABA PARA EL DURO

Esta expresión suele expresar incredulidad y/o enfado, se usa cuando surge algún imprevisto, cuando llega o sucede algo inesperado, cuando pasa algo que empeora una situación que ya está mal de por sí acumulando una desdicha sobre otra.

Cuando en España se utilizaban las pesetas, un duro se correspondía con una moneda de cinco pesetas. En otros tiempos, un "duro" suponía una cantidad de dinero digna de ser tenida en cuenta, ya que antiguamente era complicado el poder ahorrar una pequeña cantidad de dinero. Por ello, cuando surgía algún gasto imprevisto, se exclamaba con fastidio esta expresión porque ya quedaba poco para conseguir el duro, pero ante la llegada de ese gasto inesperado no se conseguía.