MIRAR POR ENCIMA DEL HOMBRO

Esta expresión significa mirar a alguien con aires de superioridad. Es decir, como si la persona mirada fuera inferior a la que mira, como si esta se sintiera que es más que los demás, que pertenece a una especie de categoría distinta. Normalmente, quienes lo suelen hacer, son personas insensibles, insolidarias y con un gran desprecio por sus congéneres que, además, suelen actuar con mucha prepotencia.

Su origen proviene de la vestimenta de moda en la corte española de Felipe II allá por los 1570 y luego en la Europa de la primera mitad del s. XVII en general. Sobre el cuello de la camisa, se colocaba un alzacuellos plisado, llamado gorguera (del latín “gurga” garganta) muy elaborado, que impedía mirar al suelo y mover la cabeza con normalidad debido a la rigidez de la postura. Esto hacía que pareciera que miraban por encima del hombro, al menos esa era la sensación que tenían los plebeyos y siervos cuando sus señores les miraban con esos alzacuellos tan grandes, que daban la impresión de ser mirados con altivez. Como esas gorgueras eran muy caras, solo las llevaba la nobleza y gente de alto poder adquisitivo o con una gran posición social. De ahí que el pueblo acuñara dicha expresión.