Este dicho se usa para indicar que al eliminar la causa de un problema éste desaparece por completo. Es decir, una vez que desaparece la fuente o causa original del problema, se termina el problema en sí. Podemos indicar, en consecuencia, que existe una relación causa efecto, ya que si la causa de expansión de un problema está identificada, bastaría entonces con eliminar la causa, bien para prevenir o bien para corregirla, en definitiva invita a cortar los conflictos de raíz.
Esta expresión tiene su origen en un hecho muy cruel. La rabia es una enfermedad que se produce en algunos animales y se transmite por mordedura a otros o al hombre, al inocularse el virus por la saliva o baba del animal rabioso. Cuando un perro tiene la rabia, muestra un comportamiento muy agresivo y peligroso. Como esa enfermedad no puede curarse y representa una grave amenaza a la salud pública, cuando un perro está infectado por ese virus se le sacrifica para detener su propagación, pues antiguamente se creía que matando al perro que había mordido a alguien se evitaba el contagio de la rabia que éste padecía. Aunque no tiene cura existen vacunas de prevención.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada