Esta expresión se refiere a una persona que muestra mucha familiaridad y soltura en un lugar o situación que supuestamente no le es familiar y, en un principio, desconoce. Nace como una connotación positiva de confianza y desenvoltura, aunque hoy esta expresión se ha transformado para convertirse en una expresión peyorativa de exceso de confianza y mala educación.
En realidad es una evolución de la frase que surge en esa época “Como Pedro por Huesca”. Su origen proviene de la victoria de Pedro I de Aragón en Huesca durante la batalla de Alcoraz en el año 1096 contra las tropas musulmanas del reino Taifa de Saraqusta (Zaragoza). Pedro I, como comandante del ejército aragonés tenía una situación totalmente desfavorable ya que el bando contrario tenía apoyos de varios nobles castellanos con sus correspondientes ejércitos, pero logró una victoria decisiva ya que no encontró gran resistencia para incorporar esa ciudad musulmana al Reino de Aragón.
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