Cuando usamos este modismo queremos significar que alguien no tiene reparos en decir lo que piensa o quiere, que dice las cosas de un modo directo, sin filtros, sin temor, sin rodeos, sin eufemismos y siendo sincero con lo que piensa, sin importarle las consecuencias de lo que dice aunque ello pueda molestar a otras personas. Es por ello que mucha gente piensa que esa persona puede resultar grosera o inoportuna, o quizás "políticamente incorrecta".
Esta curiosa expresión tiene un sentido figurado y para comprenderla sólo basta usar la imaginación y pensar en esa situación en que si tuviésemos pelos en la lengua, lógicamente, se dificultaría nuestra pronunciación por la molestia que ocasiona tener cuerpos extraños, no podríamos pronunciar bien, estaríamos molestos e incómodos y no podríamos hablar correctamente. Es decir, nos impediría o dificultaría decir lo que queremos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada